Ligas
- Rafael Araujo
- 13 dic 2024
- 3 Min. de lectura
A veces, el sentido de las cosas va unida a su imagen para convertirse en esa sentencia lapidaria: De tal palo, tal astilla.
Sin embargo, aunque lo particular contenga lo general, tiene su propia diferencia y el sentido original se cambia para diluirse, a veces y sólo a veces.
En otras ocasiones, lo particular es un segmento, una sección, un trozo de aquello que fue un todo, de lo general.
Y, entonces, ya sea sólo por imagen y semejanza, o porque realmente sea una parte de algo universal, lo particular nos refiere mayores contenidos que a su propia y exclusiva esencia.
¿Cómo reconstruir ese ser genérico?
Hay quienes dicen que a través de unir las partes encontramos el todo.
Hay quienes arman ese todo a manera de collage, creando un todo ficticio, es decir, recreando ese todo.
Tal vez, por eso, la unión de varias partes, a veces de manera natural, otras forzadas, sea una tendencia bizarra, pero muy extendida. Y no sólo una rareza como la parodia literaria de Frankenstein.
También puede ser una razón por la cual Víctor Argüelles explore la construcción de obras a partir de la unión de dos o más ya existentes.
Pero también puede pensarse que Víctor asuma un rol difícil en la vida real, aunque la vida real esté conformada por sueños e ideas también, ya que se asume como el “arquitecto” que construye no sólo el mundo, sino que crea seres, y que juega con el sentido místico que toda unión posee.
En muchas de estas uniones, sin embargo, Víctor no las resuelve como un collage, más bien utiliza las particularidades de cada pieza para que, a través del soporte que las une, las diferencie de aquellas otras con las cuales comparte un espacio.
¿Habrá notado este creador que con ello refleja, además, su propio contexto?
Hay uno que no conocemos, pero ese otro más general, el que nos refleja también, ése, se ve ahí retratado. Cómo no acercarnos a la estructura social de una ciudad, donde los grupos sociales, a pesar de conformar ese todo genérico, está seccionado, por barrios, colonias, fraccionamientos?
Y todo este rollo se debe a que Víctor Argüelles, nacido en Tuxpan, Veracruz, y avecinado en Tuxtla Gutiérrez desde 2002, año con año ha demostrado que su compromiso con el arte no es de ocasión, ni responde a un rol para hacerse del presupuesto. Tampoco se asume como víctima de la crisis del sistema, no argumenta la escasez de recursos para la ausencia de propuesta creativa. Y así, se presenta como una persona comprometida con su oficio y coherente en sus acciones, ya que también es un ejemplo para sus alumnos: se es artista de tiempo completo, no de ocasión, En esta muestra podrán encontrar claros ejemplos de aquello que escribió en el texto de su presentación de su muestra “sexorcismos” donde afirmaba: “…sin la estricta moral, exonerar la duda por medio del aquí y del ahora, provocar y provocarme, siempre con la certeza de mostrar un pedazo de realidad…” Y no olvidemos que al presentarse, de alguna manera también nos representa, que su realidad, de algún modo también es la nuestra y así, bien imaginaba Borges, la vida nos abre a otras realidades, la de nuestros contemporáneos; y el sentido de las cosas, no es siempre el de su imagen.
Rafael Araujo (Texto de sala para la exposición individual Ligamentos: ¿Qué me une, qué me ata?, de Víctor Argüelles, presentada en la galería de arte del Foro Cultural UNACH, Universidad Autónoma de Chiapas, noviembre/2004).
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